Aunque con la llegada del verano es cierto que aumenta el número de visitas a cualquier clínica podológica de Valencia, también es verdad que la gran mayoría de estos visitantes lo hace por cuestiones de estética más que para tratarse de sus problemas en la pisada. Y sin embargo, estos meses suponen un periodo muy delicado para los pies. El cambio en el tipo de calzado habitual, los cambios en la temperatura, el hecho de caminar descalzo por casa, por la piscina o la playa hace que durante el verano, se recrudecen algunos de sus problemas.

Los calzados abiertos como las sandalias, las alpargatas o las hawaianas son causa indirecta de muchos de los problemas que atendemos en nuestra clínica podológica de Valencia: infecciones de hongos, sequedad excesiva de la piel, grietas interdigitales, rozaduras, durezas… Por eso, nuestro primer consejo para el cuidado de los pies durante el verano es el de elegir cuidadosamente el calzado a utilizar. El calzado de verano debe ser cómodo, fabricado en un material transpirable y suave, suficientemente amplio y con una suela amortiguadora y flexible.

En zonas de elevada humedad como son las piscinas, playas o las duchas y vestuarios de los gimnasios es conveniente siempre caminar calzado para evitar el contagio de hongos y papilomas y, sobre todo, no compartir nunca toallas ni calzado.

Por último, para evitar la sequedad de la piel, es necesario aplicarse cremas hidratantes, preferiblemente por la noche. Esto evitará, además, que se incremente la sudoración durante el día. Por último, ante la aparición de cualquier problema o lesión en la piel o en las uñas, debes acudir sin demora al Centro Podológico Martín Redón para que valoremos esa lesión.