La gran mayoría de los pacientes que acuden a nuestra clínica podológica en Valencia pertenece al sexo femenino y si hay que buscar un motivo para que esto ocurra solo tenemos que mirar el tipo de calzado más frecuente entre ellas: Los zapatos de tacón. De los muchos problemas que puede ocasionar el uso continuado de zapatos con un tacón superior a los 4 cm, uno de los más frecuentes es el de los dedos en garra o dedos en martillo.

La posición forzada que se le obliga a mantener al pie hace que, soportando el peso del cuerpo, la articulación de la tercera falange del segundo dedo se doble exageradamente debido a una compresión excesiva en la puntera del zapato. Como resultado más o menos inmediato de esta postura, sobre la parte superior del dedo se forma una callosidad que, poco a poco va convirtiéndose en dolorosa, lo que suele bastar para motivar una visita a una clínica podológica en Valencia.

De continuar con un calzado poco apropiado, la flexión de la articulación se va convirtiendo en crónica hasta que llega un momento que se convierte en imposible estirar completamente los dedos. Eso hace que cualquiera que sea el modelo de zapato que se utilice vaya aumentando la rozadura, y con ella la sensación dolorosa.

Existen casos en los que el propio peso del cuerpo, al converger en una postura tan forzada llega a dislocar completamente la articulación, momento en el que la intervención del cirujano es prácticamente inevitable. Para evitar este y otros muchos problemas de los pies motivados por el uso habitual de zapatos de tacón, desde el Centro Podológico Martín Redón recomendamos utilizar un tipo de calzado que no fuerce la posición natural de los dedos.